CARTEL

 MEDALLA

 CAMISETA

MOTOROCÍO, 91

 

¡ OJALA HUBIESE SIDO UN SUEÑO !

Erase una vez, un joven que quería y soñaba con sentirse libre a lomos de su cordel de acero, al que cariñosamente le llamaba "mi yamahita". Y no disfrutaba más que cuando la preparaba para ir a alguna movida motera y sobre todo si podía llevar a su novia.

Mira por donde, una de tantas ocasiones en las que ojeaba la revista especializada motociclísmo, en su apartado de concentraciones le llamó la atención una Reunión Libre que se celebraba por primera vez y además en un lugar muy pintoresco y nombrado, El Rocío. La movida se denominaba 1ª Misa Memorial MotoRocío, 9O.

Movido por la curiosidad, aquel motorista se acercó a la, aldea y le causo cierta extrañeza al ver que no se servían bebidas alcohólicas, y cómo un cierto aire de tristeza y nostalgia inundaba el ambiente, a pesar de que allí se encontraba con casi los mismos colegillas que en otras concentraciones y movidas.

A las 6,30 de la tarde y llevado por el grueso de las motos, se vio en la puerta de la Ermita de la Blanca Paloma y sin saber cómo ni porqué, se vio en una Misa rociera, que aunque tenía la alegría de un Coro Rociero cantando, y el grupo de tamborileros de la Virgen del Rocío, sorprendido observaba que todos los asistentes tenían lágrimas en los ojos (el sacerdote era D. Antonio Salas).

No pudo reprimir sus propias lágrimas cuando desde el Altar se nombraron a algunos compañeros y se encendió una vela por cada uno de ellos, luego precedidos por el grupo de Tamborileros se depositaron en un lugar donde se rezaba un responso, a la vez que no sé cuántas motos hacían rugir sus escapes y sonar sus bocinas para que los compañeros homenajeados los oyeran en las rutas celestes.

El que escribe estas notas, tampoco por más tiempo tragarse las lágrimas, hasta entonces mal contenidas, cuando el protagonista de esta bonita Historia se me abrazó llorando y me dijo: ".........si algún año no puedo venir, quiero que tu personalmente enciendas mi vela".

Al año siguiente, por desgracia, tuve que soportar el dolor que me causaba mantener la vela encendida por el amigo que sólo pudo disfrutar llorando, en el primer MotoRocío.

Antonio Lopez Quirós.


Mari Carmen y Pelaito , socios del motoclub Biela Loca que participaron en el primer MotoRocío y fallecieron en accidente de circulación en Agosto de 1.991 al venir de una concentración.