La historia es testigo muchas
veces de que las dificultades que sobrevienen en la realización
de cualquier evento consiguen hacerles desaparecer, con lo cual
se demuestra su fragilidad y falta de valores o bien, por el
contrario su contenido en valores le hacen fuerte y incluso le
sirven de bandera en desafio a las abversidades, de esta forma
se logra su continuidad.
En la edición del Memorial
MotoRocío del año anterior de 1.996, desgraciadamente,
tuvimos que sufrir la falta de apoyo y consideración por
parte de "LA" nueva persona, en quién recaía
la responsabilidad de cedernos la casa que nos servía
de centro de recepción (cocina, comedor, almacén
y servicios), para quienes habíamos demostrado desde el
año de 1.990 una total preocupación, no solo ya
de la problematica en que se relaciona el Memorial, sino también
de devoción y respeto para la Santisima Virgen del
Rocío y el entorno Rociero.
Tuvimos que lamentar profundamente
el tener que demostrar a personas, con muy poca sensibilización
a los problemas que se derivan del Memorial MotoRocío,
que si bien nuestra imagen de moteros no es la que desearíamos
tener, nuestros sentimientos y nuestra solidaridad sí
lo son, tan fuertes y profundos, que no nos importó
soportar tres años en la calle, con el frio e inclemencias
del tiempo (diciembre), falta de servicios sanitarios, comedor,
etc. Pero sobre todo nos sirvió para realzar en estos
tres años nuestra Fe y Amor a la Virgen del Rocío
y nuestro Homenaje y Recuerdo hacia quienes fallecieron en accidentes
de tráfico, por encima de dificultades, que no hicieron
más que demostrar la incomprensión y marginación
de nuestros problemas de Seguridad Vial a la que este colectivo
esta sometido.
Es paradógico que quienes
más se preocupan y más sensibilización demuestran
por los problemas y las mejoras del mundo de la moto, sean los
que ha veces (por dar la cara) sufran las consecuencias, de la
falta de conocimientos, de quienes sólo ven en nuestro
mundo: problemas, miedo, ruidos, gamberros, etc...., a los que
(valiéndose del poder) se quiera erradicar. A veces siendo
testigos de diversos comportamientos de personas montadas en
moto: antisociales, malas conductas, falta de escrúpulos,
etc..., pudieramos pensar que no les faltan razón, pero
es cuando recordamos a tantos y tantos moteros de verdad, de
sentimiento, solidarios, que no se merecen tal generalización.
A pesar como en este caso, de que por ellos, por los malos aprendices
de moteros, los demás tengamos que pagar penitencia
(durante tres años).
Desde aquí
nuestro agradecimiento a los que durante estos tres años
de penitencia y a pesar de las dificultades, no faltaron al Memorial MotoRocío.