El tiempo y las dificultades
son un filtro para discernir lo que tiene valor de lo que no.
Desaparecer o permanecer. Aquello que logra pasar esta marca
que forja el proceso natural de la vida, sale fortalecido. Su
contenido multiplica su valor y las dificultades que quedaron
atrás sirven como ejemplo y bandera para ondear su importancia
y advertir a nuevas dificultades, para conocidos y desconocidos.
En los años de 1.996,
1.997 y 1.998 la Reunión Libre en la que se convoca este
Memorial se tuvo que realizar en la calle y a la intemperie,
desprovisto de cobijo donde se pudiera ofrecer un plato de comida
caliente y mitigar un poco el frío reinante; y la posibilidad
de demostrar a los peregrinos moteros asistentes (personas) la
solidaridad y hermandad de la organización. No fue hasta
1.998 en que la Hermandad Rociera de El Salvador de Sevilla,
que nos cedió su Casa Hermandad , ello nos posibilitó
el volver a dar la cena en un lugar cubierto y con los comensales
sentados (como Dios y la Virgen del Rocío manda).
No terminaremos nunca de agradecer
a esta Hermandad Rociera su sensibilidad demostrada hacia nuestro
mundo, el de las dos ruedas, y sus problemática. Agradecimiento
de quienes desde la calle fueron recogido y más que un
techo, hicieron volver a creer en la Hermandad Rociera. Agradecimiento
de quienes ven en El Rocio, no sólo una Romería,
sino también algo que compartir todo el año, incluso
para quienes no pertenecen a su mundo (el rociero) . Por otra
parte ya integrado, como dijo Francisco el electricista de El
Rocío "Me preguntaba yo, ¿qué tenían
que ver las motos con el Rocío ; pero esta noche después
de la Misa, sí lo he visto? ".